Ramadán ha concluido dejando en nosotros un profundo sentimiento de nostalgia. Pero a pesar de haberse despedido de nosotros, como cada año, nos visita como un maestro que nos recuerda el propósito por el que estamos en este mundo y cómo mediante nuestras acciones podemos mejorar la sociedad y el mundo en el que vivimos. Es por eso que, aunque el maestro ya no esté, sus enseñanzas prevalecen y todo lo aprendido y mejorado durante este sagrado mes debe continuar.Si bien es cierto que este Ramadán ha sido muy triste por las tristes y lamentables noticias que nos llegan de diferentes rincones del mundo como Palestina y Sudán, la asombrosa generosidad de nuestros socios, donantes, simpatizantes y voluntarios es un ejemplo de cómo un mes tan especial como Ramadán potencia las buenas obras. Contar con su apoyo y confianza continuas permite que Islamic Relief pueda seguir con su misión y aliviar el sufrimiento de millones de personas en el mundo, entre ellas, en España.
Como cada año, mediante el programa de Ramadán de Islamic Relief buscamos que cuantas más personas puedan tener suficientes alimentos para abastecerse durante un mes tan importante como éste. A través de diferentes modalidades de distribución de alimentos y contando con las generosas aportaciones de nuestros donantes y con la dedicación de nuestro equipo de voluntarios, logramos conseguir este objetivo. Este Ramadán, sólo en España, hemos logrado asistir a alrededor de 1.700 personas con vales de alimentos entregados a sus destinatarios unos días antes de empezar Ramadán para darles suficiente tiempo para realizar sus compras en tres provincias diferentes: Madrid, Barcelona y Almería.Durante la ejecución de este proyecto, la involucración y el compromiso de nuestros voluntarios han sido clave para poder cumplir con los objetivos marcados y hacer llegar las ayudas a sus destinatarios a tiempo. Le pedimos a Allah que sean recompensados por ello al igual que toda persona que ha contribuido.Finalmente, intentemos mantener los buenos hábitos adquiridos durante Ramadán y que no sean un vago recuerdo de un período concreto del año.
Hana El Abdallaoui Flihi – Responsable de Programas