sábado, 19 agosto 2023

En el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, el camarógrafo y fotógrafo Majdi Samman habla sobre su experiencias en zonas de conflicto y donde captura relatos de testigos en cámara.

Crecí en el Territorio Palestino Ocupado y estuve expuesto a un mundo que la mayoría de la gente solo ve a través de las noticias. La agitación, el dolor, la esperanza, la resiliencia: ese era el día a día para mí.

“Esta experiencia dio forma a la misión de mi vida y me preparó para mi papel como fotógrafo en Islamic Relief.»

“En mi trabajo, he viajado a algunos de los lugares más problemáticos del mundo. Desde las regiones en guerra de Siria hasta la explosión catastrófica en el Líbano, las aldeas asoladas por la hambruna en Somalia y las zonas más pobres de Malí, he visto a la humanidad en su punto más vulnerable. Mi objetivo es capturar estos momentos y las emociones crudas de estos tiempos difíciles».

El poder de las imágenes

“Dicen que una fotografía o un video vale más que mil palabras, es una ventana a las áreas más conflictivas del mundo y una mirada íntima a vidas que de otro modo permanecerían invisibles. Para muchos, estas imágenes son las primeras y quizás las únicas imágenes de tragedias lejanas. El poder del lente no está solo en la imagen que captura, sino también en la narrativa que construye.»

“Durante mi visita a Siria, conocí a niños que habían visto demasiado para su corta edad. Sus ojos llevaban historias de pérdida y supervivencia, pero también de esperanza. Las imágenes que capturé allí no solo cuentan la historia de una crisis de 12 años, sino que también muestran la resistencia del espíritu humano».

El impacto de presenciar crisis humanitarias

“Estar en medio de un sufrimiento tan profundo forjó inevitablemente mi visión del mundo. En las aldeas remotas de Malí he encontrado personas cuyas vidas son fundamentalmente diferentes a la mía pero cuyos sueños, miedos y amor son los mismos.»

“Cada año durante los últimos tres años, he viajado a Bosnia para el aniversario de la masacre de Srebrenica. Junto con otros, participo en la oración fúnebre por las decenas de víctimas que se encuentran cada año. Estos cuerpos recién descubiertos están enterrados en solemne conmemoración. La experiencia es desgarradora pero necesaria, una forma de honrar a los perdidos y nunca olvidar las lecciones que la historia nos ha enseñado.»

“La explosión en el Líbano fue un recordatorio visceral de lo rápido que puede cambiar la vida. Yo estaba allí, capturando las secuelas, viendo la conmoción en los ojos de las personas y la comunidad uniéndose para reconstruir. Estas imágenes no solo se referían a la devastación, sino también a la fuerza del pueblo libanés«.

Una misión cerca de casa

“Este año ocurrió una calamidad cerca de mi casa en Turquía, donde resido con mi familia. Vivir en Turquía durante los últimos 11 años me ha permitido conectarme profundamente con el país y su gente. Cuando ocurrió el terremoto, yo no era solo un fotógrafo que capturaba los eventos; Yo era parte de la comunidad. Trabajando junto con Islamic Relief, hemos apoyado y ayudado a los afectados brindándoles ayuda material y apoyo emocional.»

“Mis experiencias me han enseñado que incluso en los momentos más difíciles hay un hilo común de humanidad que nos une a todos. Mi lente me permitió capturarlo y creo que es mi responsabilidad mostrárselo al mundo.»

“Quiero que la gente vea las caras detrás de las noticias, que entienda que estas no son solo historias lejanas. No podemos alejarnos de lo que es incómodo; necesitamos involucrarnos, empatizar y tomar acción

“Con mi trabajo en Islamic Relief, espero seguir usando mi cámara como voz y herramienta para arrojar luz sobre lo que no se ve. Al final, todos estamos conectados y es a través de la comprensión y la empatía que realmente podemos marcar la diferencia».

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