«Mi único deseo es poder vivir en paz con mis hijos en nuestra casa.»

Heba tiene 34 años, es viuda y madre de dos hijos, Amir (12 años) y Nadim (10 años).

«En el reciente bombardeo de Gaza, tuve que huir de nuestra casa. Mis hijos y yo estábamos temblando de miedo. Vivimos en el techo, en una casa que consta de dos habitaciones pequeñas, el techo está hecho de láminas de metal. 

Tuvimos que huir. Mis hijos y yo temblábamos de miedo. Vivimos en el piso de arriba, en una casa que consta de dos habitaciones pequeñas y el techo está hecho de láminas de metal.

Gracias a Dios, pudimos huir. Cuando el bombardeo cesó, volvimos a la casa y encontré que las láminas de metal se habían caído por la intensidad del bombardeo. En ese instante no pude tenerme en pie y tuve que sentarme en el suelo.

Sé que si hubiéramos estado en casa, habríamos perdido la vida. La peor sensación es no sentirse seguro en tu propia casa debido al bombardeo, y además sabiendo que la casa no nos sirve de protección.»  

«Francamente, siempre le pido a Allah que la guerra nunca vuelva. Mi deseo es que mis hijos y yo vivamos con seguridad, en paz y sin miedo.

Mi casa necesita arreglo y acabados, ya que el resto de las habitaciones de la casa carecen de tejas, techo y ventanas, al igual que la cocina y el baño.

No puedo terminar la construcción de mi casa yo sola. He estado cuidando a mis hijos durante ocho años después de la muerte de mi esposo, y desafortunadamente, no tengo trabajo.

Espero que mis hijos puedan recibir una educación en el futuro, seguiré cuidando de ellos y proporcionándoles lo que necesiten para ayudarles a construir un buen futuro.

Me gustaría cumplir los deseos de mis hijos, pero cuando me preguntan cuándo estará terminada nuestra casa, cuándo tendremos habitaciones para dormir, no sé qué responderles y eso me hace sentir impotente.

Espero encontrar a alguien que me apoye para lograr mi sueño de reconstruir mi casa.  Estoy cansada de los insectos y los roedores. No duermo por la noche por miedo a que uno de mis hijos pueda hacerse daño.»

Miles de personas han quedado traumatizadas y sin hogar. Ayúdales a reconstruir sus vidas. Dona hoy.