A medida que aumentan los desastres por fenómenos meteorológicos extremos, los líderes en la COP30 deben tomar medidas.
Las comunidades afectadas por el tifón en Filipinas se enfrentan a graves escaseces de alimentos en los próximos días y semanas, mientras las autoridades y las agencias de ayuda trabajan para evitar una hambruna generalizada, advierte el equipo de respuesta de emergencias de Islamic Relief.
El tifón Fung-wong ha obligado a más de 1,1 millones de personas a abandonar sus hogares y ha devastado la agricultura. El equipo de emergencia de Islamic Relief en la provincia de Aurora informa que la mayoría de las familias han perdido sus principales fuentes de ingresos y alimentos. El equipo de Islamic Relief estiman que más del 96 % de los cultivos de plátano en las zonas a las que han llegado han sido destruidos y que los pescadores no pueden salir al mar.
Ronald Cabalquinto, miembro del equipo de respuesta de emergencias de Islamic Relief, afirma:
“La devastación que estamos viendo supera la de tifones anteriores. El agua alcanzó la altura de un edificio de dos plantas y muchas casas cercanas a la costa han sido arrastradas por completo. Hay escombros por todas partes. La cifra de muertos no es alta, pero cientos de miles de desplazados dependen ahora de la ayuda y solo tienen comida para dos o tres días. Muchas personas han sido acogidas por familiares, amigos o vecinos, pero también hemos visto familias al lado de la carretera bajo lonas sin ningún lugar adonde ir.”
Sabilyo, de 57 años, pescador en la provincia de Aurora, dijo a Islamic Relief:
“La única fuente de ingresos de mi familia, nuestro barco, se partió por la mitad debido a los fuertes vientos y olas de la tormenta. No sé por dónde empezar. Mi casa ha quedado destruida y el barco se ha perdido. Solo espero que alguien nos ayude a volver a empezar.”
Las organizaciones de ayuda y el gobierno filipino han distribuido paquetes de alimentos a las familias desplazadas, pero se agotarán en los próximos días, se necesita más ayuda de manera urgente.
El tifón golpeó justo antes de la cumbre COP30 sobre cambio climático que se celebra en Brasil, y Islamic Relief señala que la crisis climática está aumentando la gravedad y frecuencia de los desastres naturales, afectando más duramente a las comunidades más vulnerables. Filipinas registró cifras récord de tifones y tormentas el año pasado.
Ronald Cabalquinto comenta:
“En Filipinas, los tifones forman parte de la vida en las islas. Pero estas tormentas ahora afectan a más islas y provincias a la vez y causan más destrucción que antes. Es fundamental que los líderes mundiales en la COP30 cumplan sus compromisos para mantener las emisiones y el calentamiento global bajo control.”
Invertir en sistemas de alerta temprana y ayudar a las comunidades a adaptarse al clima cambiante puede salvar vidas. En la provincia de Aurora, la cifra inicial de fallecidos por el tifón Fung-wong fue cero, gracias en gran parte a la advertencia de evacuación del gobierno.