La nueva alerta de hambruna para Gaza muestra cómo Israel ha convertido el hambre en un arma de guerra. Entre los palestinos no se trata solo de hambre, están siendo privados de alimento de forma sistemática
Durante más de 2 meses, Israel ha prohibido por completo la entrada a Gaza de todos los alimentos, medicinas y otros suministros vitales, y ha destruido los medios de la gente para producir sus propios alimentos
Ahora, el nuevo informe de hoy del IPC respaldado por la ONU revela que al menos medio millón de personas se enfrentan a una hambruna inminente a menos que los gobiernos internacionales presionen a Israel para que reabra los cruces y permita la entrada de ayuda. Según el informe el 93% de la población de Gaza ahora sufre hambre severa y escasez de alimentos.
La gente ya se está muriendo de hambre. Los médicos informan que decenas de personas, en su mayoría niños pequeños, han muerto de hambre en las últimas semanas, y la mayoría de las familias pasan días enteros sin comer. La gente para comer está hurgando en la basura solo para tratar de encontrar sobras de comida. A medida que se agotan los alimentos, los precios están subiendo fuera del alcance de la mayoría de las personas y algunos alimentos básicos como la harina de trigo han aumentado en un 3000% desde que se cerraron los cruces.
En todo el mundo, sabemos por experiencia que las declaraciones formales de hambruna a menudo se hacen demasiado tarde, después de que muchas personas ya hayan muerto de hambre y enfermedades.
Esta hambruna no es inevitable, es una elección política. Los camiones llenos de alimentos y medicinas no pueden entrar en Gaza a pocos kilómetros de donde los niños están muriendo de hambre.
No hay excusa para la falta de acción. Cada minuto que permanece el asedio de Israel se ponen en riesgo más vidas. Los gobiernos internacionales deben exigir un alto el fuego, el fin del asedio y el pleno acceso humanitario.
Los planes recientemente anunciados para militarizar la distribución de ayuda en Gaza no detendrán la propagación de la hambruna, sino que la empeorarán y harán que más muertes sean inevitables. No es un plan para proporcionar ayuda humanitaria, es un plan para convertirla en un arma. Solo el fin del asedio de Israel y la reapertura total de los cruces para la ayuda humanitaria pueden salvar vidas ahora.