La desnutrición severa está aumentando rápidamente entre los niños en Gaza mientras el asedio total de Israel entra en su tercer mes.
Muchos morirán en las próximas semanas a menos que los líderes mundiales presionen a Israel para que permita la entrada de alimentos, medicinas y otros suministros a Gaza, advierte Islamic Relief.
Desde el 2 de marzo, Israel ha cerrado todos los cruces hacia Gaza e impedido la entrada de cualquier suministro, en una cruel campaña para matar de hambre a la población civil palestina. No se ha permitido la entrada de alimentos, medicinas ni combustible durante dos meses. Incluso los analgésicos y las tiendas de campaña para familias sin hogar están prohibidos, mientras las bombas golpean sin descanso refugios y hospitales.
Israel está utilizando el hambre como arma de guerra, y los médicos nos hablan de casos horribles de niños que ahora están demasiado débiles y demacrados para mantenerse en pie. Civiles heridos y pacientes con cáncer o enfermedades renales sufren en agonía mientras los centros de salud se quedan sin electricidad ni suministros médicos.
Reabrir los cruces es ahora una cuestión de vida o muerte. Cada día que permanecen cerrados pone muchas más vidas en riesgo.
El equipo de Islamic Relief y sus socios en Gaza continúan distribuyendo las últimas reservas de alimentos, pero estas están casi agotadas. En los últimos días hemos distribuido galletas energéticas y aceite de cocina a cientos de familias en el centro de Gaza, pero no es ni de cerca suficiente, y los suministros pronto se acabarán. También seguimos realizando la limpieza diaria de más de 60 refugios para miles de familias desplazadas, en un intento por detener la propagación de enfermedades mortales.