viernes, 11 julio 2025

Islamic Relief insta a los líderes mundiales a prevenir los genocidios actuales mientras Bosnia y Herzegovina conmemora los 30 años del Genocidio de Srebrenica, en el que murieron más de 8.000 musulmanes.

La comunidad internacional no ha aprendido las lecciones del Genocidio de Srebrenica en 1995, la peor atrocidad en Europa desde el Holocausto, resultado de un vergonzoso fracaso global para proteger a la población civil. Hace treinta años, las fuerzas serbobosnias capturaron la ciudad de Srebrenica y masacraron sistemáticamente a más de 8.000 musulmanes bosnios en una “zona segura” declarada por la ONU, donde se prometió protección a la población, pero luego fueron abandonados. Durante la Guerra de Bosnia murieron más de 100.000 personas, más de 2 millones fueron desplazadas de sus hogares y hasta 50.000 mujeres fueron abusadas en campos de violación.

Los horrores de Srebrenica siguen atormentando hoy a los sobrevivientes y sus descendientes. Islamic Relief, una de las mayores organizaciones de ayuda sobre el terreno en aquel momento y que continúa apoyando a los sobrevivientes, participando esta semana en las conmemoraciones nacionales en Bosnia y Herzegovina para honrar la memoria de las víctimas y rendir homenaje a los sobrevivientes. En el marco del aniversario, Islamic Relief ha documentado los testimonios y el trauma persistente de numerosos sobrevivientes (lee más abajo).

Hoy, en lugares como Gaza y Sudán, vemos nuevamente cómo el mundo fracasa en proteger a la población civil de las atrocidades o en garantizar la rendición de cuentas ante flagrantes violaciones del derecho internacional.

Waseem Ahmad, director ejecutivo de Islamic Relief Worldwide, señala que el mundo no ha aprendido las lecciones de Srebrenica:

“El Genocidio de Srebrenica es una mancha oscura en la conciencia del mundo. Se prometió protección a las personas y luego fueron abandonadas para ser ejecutadas o violadas mientras el mundo observaba. Los gobiernos internacionales tenían el conocimiento y las herramientas para intervenir, pero les faltó voluntad política. Le deben a las víctimas y sobrevivientes de Srebrenica el compromiso de evitar que vuelva a suceder un genocidio.”

“Pero 30 años después, los gobiernos siguen sin mostrar voluntad de tomar medidas significativas para salvar vidas. El año pasado, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó tomar medidas para prevenir el genocidio en Gaza, al considerar plausible que exista ese riesgo. Sin embargo, el fallo de la Corte sigue siendo ignorado sin consecuencias. Los palestinos en Gaza están siendo sistemáticamente asesinados, sin acceso a alimentos, desplazados por la fuerza y privados de ayuda humanitaria. Cada día vemos cómo se violan las leyes internacionales con total impunidad.”

“Hoy, el legado global de Srebrenica es más relevante que nunca. Es un recordatorio contundente de que los gobiernos deben actuar en el momento para defender el derecho internacional y prevenir atrocidades. La historia juzga con dureza a quienes no actúan.”

Los Estados deben honrar sus compromisos en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948. Todos los países tienen la obligación moral y legal de actuar para prevenir el genocidio tan pronto como haya indicios de riesgo, sin esperar a fallos judiciales que, inevitablemente, llegan años después de que la gente ya ha sido asesinada. Recién en 2007, doce años después, la CIJ dictaminó que hubo genocidio en Srebrenica. Ese precedente exige que el fallo de la CIJ sobre Gaza sea suficiente para que los Estados actúen de inmediato.

Islamic Relief también pide a los gobiernos e instituciones que hagan más para combatir el auge de los discursos de odio y la desinformación, que alimentan genocidios y crímenes de guerra.

Waseem Ahmad añadió:

“La Guerra de Bosnia y el genocidio en Srebrenica fueron alimentados por discursos de odio, desinformación y propaganda deshumanizante que presentaban a las víctimas como una amenaza. Hoy vemos un lenguaje similar en guerras en las que trabajamos alrededor del mundo, con el objetivo de despojar a las personas de su dignidad y humanidad para justificar ataques contra su existencia. Se necesitan más medidas para combatir los discursos de odio y la incitación a la violencia.”

Islamic Relief trabaja en Bosnia y Herzegovina desde 1992. Durante la guerra, brindó alimentos y ayuda de emergencia vital. Luego ayudó a los sobrevivientes a reconstruir sus hogares, superar el trauma, reincorporar a los niños a la escuela y crear granjas y pequeñas empresas. Hoy en día, continúa apoyando a los sobrevivientes, viudas y niños huérfanos del genocidio.

Para honrar a las víctimas y preservar sus testimonios, Islamic Relief ha entrevistado a numerosos sobrevivientes de la guerra y del genocidio, entre ellos:

Hasan, hoy de 65 años, fue uno de los pocos sobrevivientes de la “Marcha de la Muerte” de miles de hombres y niños que huyeron al bosque, donde fueron cazados y asesinados. Recuerda: “La artillería nos atacaba, los proyectiles literalmente destrozaban cuerpos… Aún hoy siento las secuelas. A veces hablo mientras duermo… a veces siento que alguien me persigue.”

Avdo, de 70 años, es uno de los pocos sobrevivientes de su familia. A menudo pasa por el lugar del campo de concentración de Sušica, donde miles fueron encarcelados: “Golpearon a mi padre, y eso es lo que más me duele. Puedo superar las muertes, pero la tortura, el abuso… la crueldad que le infligieron, eso es lo más difícil para mí. Mataron a dos de mis hermanos. A mi tío también. A mi tía la mataron. Sus familias… ni siquiera sé cuántos murieron en mi familia.”

Umija, de 52 años, cuenta que los cuerpos de las víctimas fueron trasladados varias veces para ocultar pruebas. Solo pudo encontrar los restos de su padre y su tío más de una década después de terminada la guerra: «Fueron encontrados en tres fosas comunes, no en una… los lanzaron a una tumba, luego a otra, y estaban muy lejos unas de otras… Todo eso me sigue afectando. Cuando rebobino la cinta, todo me golpea y me deprimo. Rezo para que no suceda en ningún otro lugar.”

Tima, de 70 años, recuerda cuando atacaron su aldea, obligándola a buscar refugio en Srebrenica, donde luego mataron a su esposo: «tuve que irme porque incendiaron la casa. Mataron a quien pudieron. Nunca regresamos. Quienes se quedaron, fueron asesinados. Cuando llegué a Srebrenica, solo quería acostarme con mis hijos. Estaba físicamente agotada de llevar a mis hijos sobre la espalda durante tres meses en la nieve.”*

Adelina, de 28 años, nació después de la guerra. Enfrentó trauma intergeneracional y discriminación de niña, pero con ayuda de Islamic Relief logró desarrollar su propio negocio: «La guerra afectó a mucha gente. Mi padre tiene mucho trauma por la guerra. Otros te miran raro por ser musulmana, por tener un nombre extraño. No me gustaba mi nombre de pequeña, pero después me di cuenta de que es hermoso. A veces me acosaban en la escuela por ser musulmana y bosnia, pero luego mejoró.”

Notas para los editores:

Hay disponibles testimonios completos, fotos y entrevistas en video con sobrevivientes y sus descendientes.

  • En Gaza, más de 57.000 palestinos han muerto y más de 134.000 han resultado heridos. Alrededor de un tercio de los muertos son niños. A los civiles se les ordena repetidamente trasladarse a “zonas seguras” declaradas por Israel, donde luego son bombardeados y quemados vivos en sus refugios. Muchos han sido asesinados solo por intentar conseguir comida para sus familias, mientras el bloqueo israelí ha empujado a cientos de miles al borde de la inanición.
  • En Sudán, comunidades enteras han sido masacradas y desplazadas. Grupos armados han matado y violado civiles, saqueado alimentos y bloqueado sistemáticamente la ayuda humanitaria. Más de 12,5 millones de personas han sido desplazadas desde que comenzó la guerra, que ha generado la mayor crisis de hambre del mundo actualmente.
Islamic Relief España © 2025 | Todos los derechos reservados

DONACIÓN RÁPIDA