Recibimos con agrado la noticia sobre la pausa a los incesantes bombardeos de Gaza y la liberación de los rehenes civiles y los niños detenidos. Esperamos que todas las partes cumplan con lo acordado.
Sin embargo, una pausa temporal no será suficiente para poner fin al derramamiento de sangre y para poder abordar la catástrofe humanitaria. Una pausa tendrá poco valor si esta matanza se reanuda dentro de unos días. La comunidad internacional debe aprovechar esta breve oportunidad para trabajar por un alto el fuego permanente así como por el fin del asedio.
Estamos extremadamente preocupados sobre el hecho de que los bombardeos parecen intensificarse aún más antes de que entre en vigor la tregua, haviendo mcuhas más víctimas civiles esta mañana.
Aún no se han confirmado todos los detalles del acuerdo, pero los informes iniciales sugieren que este acuerdo está muy por debajo de lo que se necesita. Hay informes de que los bombardeos en el norte de Gaza continuarán incluso durante este período, lo que inevitablemente mataría a muchos más civiles, y la cantidad de ayuda que entrará en Gaza en los próximos días apenas rozará la superficie de lo que se necesita, dada la enorme magnitud de la crisis.
Los intensos bombardeos y el asedio de Israel han dejado a Gaza en ruinas, con casi la mitad de todas las casas dañadas o destruidas, al igual que cientos de escuelas e instalaciones sanitarias.
La gente está al borde de la inanición porque se ha permitido la entrada de muy poca comida y las panaderías han sido destruidas.
Sólo nueve de los 33 hospitales de Gaza están actualmente operativos y los que están abiertos están abrumados por las víctimas y con una escasez desesperada de combustible y suministros médicos básicos.
Ahora hay más de 1,7 millones de personas desplazadas, muchos de ellos refugiados en lugares severamente superpoblados donde las enfermedades se están propagando rápidamente mientras los niños duermen bajo la lluvia y cientos de personas comparten un solo baño. No pueden regresar a sus hogares de manera segura sin un alto el fuego a largo plazo y, de todos modos, muchos de ellos no tienen hogares a los que regresar.
Desde el 7 de octubre sólo se ha permitido la entrada a Gaza de 1.399 camiones de ayuda; mientras que, incluso antes de esta escalada, entraban en Gaza alrededor de 10.000 camiones de ayuda cada mes, y ahora las necesidades han aumentado enormemente. Ahora deben realizarse todos los esfuerzos posibles para conseguir la mayor cantidad de ayuda posible, incluso reabriendo el cruce de Kerem Shalom para aumentar la capacidad y garantizando que pueda entrar más combustible, sin el cual los hospitales, panaderías y sistemas hidráulicos no podrán volver a funcionar.
Aun así, tan sólo cuatro o cinco días no serán suficientes sin un alto el fuego permanente y el fin del asedio.