Islamic Relief está poniéndose en contacto con diferentes hospitales de Sudán en medio de un alto al fuego inestable.
El país se ha visto envuelto en violencia después de que los combates comenzaran el 15 de abril, obligando a los civiles a refugiarse en sus hogares por su propia seguridad.
A medida que los suministros de agua y comida se agotaban, se anunció un alto al fuego de tres días la noche del lunes. Sin embargo, diversos medios de comunicación internacionales afirman que se ha llevado a cabo un tiroteo esporádico hoy. Existe la preocupación de que la violencia se intensifique ahora que el Eid ha finalizado.
Islamic Relief se está poniendo en contacto con hospitales para estimar lo que necesitan y distribuir tanto suministros como apoyo.
Se ha reportado que desde el inicio de los enfrentamientos más de 400 personas han perdido la vida y miles más han resultado heridas. Sin embargo, se teme que el número real de víctimas sea mucho mayor, ya que las infraestructuras de comunicación se han visto gravemente afectadas.
Al menos 5 trabajadores humanitarios se encuentran entre los fallecidos y se han atacado y saqueado diferentes oficinas de ayuda humanitaria.
Se tiene la esperanza de que el alto al fuego permita que aquellos que lo necesiten reciban ayuda humanitaria, así como que se continúe con las evacuaciones de forma segura.
Diplomáticos y ciudadanos extranjeros han abandonado Sudán en los últimos días en medio de condiciones extremadamente peligrosas, mientras que la población local se ha jugado la vida para huir de la capital, Jartum, hacia pueblos o países colindantes como Egipto y Chad.
En los alrededores de los hospitales también están teniendo lugar los combates, lo que impide que los heridos reciban la atención médica urgente que necesitan.
El acceso a la atención sanitaria se ha visto gravemente afectada por el conflicto. En Jartum, el 61 % de los establecimientos de sanidad se encuentran inactivos y tan solo el 16 % se encuentra en funcionamiento, lo que deja a millones de personas sin acceso a atención sanitaria.
“Los hospitales necesitan apoyo urgente. La mayoría de los hospitales de Jartum ya no están operativos y varios hospitales han sido bombardeados y recibido disparos. Otros se han quedado sin combustible y no pueden funcionar. Los que aún están abiertos están llenos de heridos y se están quedando sin medicamentos y suministros. Ni siquiera quedan suficientes vendajes”.
Antes del actual alto al fuego, los enfrentamientos en las calles residenciales habían dejado atrapadas a las familias en sus hogares y muchos negocios se vieron obligados a cerrar. Netblocks, una organización que supervisa la censura de internet, informa que el suministro de agua y electricidad se ha visto interrumpido y el acceso a internet ha sido casi inexistente durante el fin de semana.
Los ataques han llegado hasta los hospitales, privando a los heridos de la atención médica inmediata que necesitan. La Organización Mundial de la Salud informa de que al menos 16 hospitales no han podido operar con normalidad debido a los ataques.
Los informes sobre el desbordamiento del alcantarillado y el suministro de agua contaminada por cadáveres en descomposición han desatado preocupación a causa de la posible aparición de brotes de enfermedades incontrolables.
Se estima que más de 800.000 personas son desplazados internos, mientras que otras 64.000 han buscado refugio en los países vecinos.
Los bienes esenciales son escasos y prohibitivamente caros. Las familias luchan para tener acceso al agua, alimentos, combustible y otros bienes esenciales.
Se ha informado sobre la contaminación de las aguas residuales y los suministros de agua, debido a la presencia de cadáveres en descomposición, lo que genera preocupación por los brotes de enfermedades contagiosas.
En colaboración con el Ministerio de Salud, Islamic Relief ha identificado las necesidades de varios hospitales de gran importancia en Jartum y ha proporcionado medicamentos y ayuda alimentaria (como sorgo, lentejas, dátiles, azúcar, legumbres, té y aceite de cocina).
Disponemos de alrededor de 270 miembros del equipo en Sudán, la gran mayoría de ellos son nativos del país, y se han estado refugiando con sus familias durante esta crisis.
También contamos con 4 miembros del personal internacional destinados en Sudán: 3 permanecen en Jartum, mientras que otro miembro destinado en Darfur fue evacuado a Chad durante el fin de semana en el marco de una evacuación terrestre de las Naciones Unidas.
A pesar de tales circunstancias, seguimos apoyando a la población de Sudán, incluyendo a los miembros de nuestro equipo.
Pedimos a ambas partes que respeten el alto el fuego, que garanticen que la población civil y los trabajadores humanitarios estén protegidos de la violencia y que las agencias humanitarias puedan atender con seguridad a las personas necesitadas.
Estamos supervisando la situación de cerca y trabajando para ayudar a los hospitales a proporcionar las ayudas esenciales tan pronto como sea seguro hacerlo.
Islamic Relief ha trabajado en Sudán durante casi 40 años, y se posiciona de parte de las familias que se han visto afectadas en este acto de violencia.
“Necesitamos urgentemente que las partes en conflicto acuerden corredores seguros para evacuar a los heridos y permitir que las agencias humanitarias proporcionen ayuda a las personas necesitadas” – Elsadig Elnour, directora de Islamic Relief Sudán