lunes, 13 septiembre 2021

Maryam ha vivido una experiencia dolorosa recientemente; una que no podrá olvidar.

Durante el reciente bombardeo de Gaza, perdió a una de sus amigas más cercanas.

«Perder a alguien es lo más doloroso. Esta experiencia me ocurrió en el reciente bombardeo de Gaza. No pude controlarme y tuve una crisis nerviosa durante días, lloraba todo el tiempo. Es difícil perder a alguien tan cercano. Tenía miedo del bombardeo, pero cuando vi la foto de mi amiga y la escena de su muerte, no pude controlarme. Siempre me preguntaba que si cuando cesaran los bombardeos saldríamos vivos o muertos.

El reciente bombardeo de Gaza fue el más violento. La mayoría de las víctimas eran niños y ancianos. El miedo y la tristeza eran algo que todos sentíamos. La mayoría de los lugares a los que solíamos salir a entretenernos estaban dañados, incluso las torres en las que solían estar los centros educativos fueron destruidas.  Ahí era donde solíamos ir para recibir los cursos y formación. El bombardeo cesó, pero dejó profundas heridas psicológicas en la gente de Gaza.

Sentimos dolor y opresión cuando vemos que toda una familia murió en el bombardeo, y que sólo sobrevivió un niño pequeño. No hacemos más que pensar en cómo será su vida ahora. La pérdida es increíblemente dolorosa para ese niño tan pequeño. Tal vez si una persona perdiera su propia vida, esto sería mucho más fácil que perder a alguien a quien solía ver, como un colega, un amigo o  un miembro de su familia.

Mi madre tiene un tumor cerebral. Se desmayó debido a la presión psicológica provocada por el bombardeo, pero fue muy difícil poder moverla y poder llegar al hospital, por temor a que el bombardeo se diera mientras nos dirigíamos de un lugar a otro. Salir de casa puede implicar que estemos expuestos a más daños, es por ello que las personas enfermas prefieren quedarse en casa y soportar el dolor que atraviesan en lugar de salir y estar expuestas a un peligro mayor.

Nuestros médicos en Gaza están trabajando eficientemente para proporcionar atención médica, pero al final, no importa cuántos servicios médicos tengamos, nunca serán suficientes. El número de pacientes es demasiado grande, especialmente aquellos con enfermedades crónicas que necesitan viajar para recibir servicios médicos que no están disponibles en Gaza.

Sin embargo, viajar resulta muy complicado. Por ejemplo, de vez en cuando, mi madre tenía que viajar al extranjero para recibir tratamiento. Debido a los cierres en las fronteras, intentó viajar dos veces, pero al final todos sus intentos fueron infructuosos, y tuvo que volver a casa.»

Nos impactó mucho cómo la trataron. Mi madre tenía muy mala salud, y viajar resultaba física y psicológicamente agotador para ella.

«Estudio ingeniería mecatrónica. Soy una de las estudiantes distinguidas, pero me temo que cuando me gradúe en  la universidad, no podré encontrar un trabajo tal y como les pasa a miles de graduados en Gaza.

Conozco a muchos jóvenes que se graduaron y después de años de estudiar mucho no pudieron conseguir trabajo, y esto se reflejó de forma muy negativa en sus vidas. Te das cuenta de que los jóvenes en Gaza se sienten frustrados o se sienten obligados a viajar al extranjero. Lo que más me preocupa es perder familiares enfermos que no pueden recibir una atención médica adecuada. Su salud se deteriorará y tendremos que experimentar la amargura de perderlos.

Con respecto a la educación, me temo que no tendré ninguna oportunidad de trabajo después de la graduación, y que mis esfuerzos en la educación y en el desarrollo de habilidades serán en vano.

A pesar de mi ansiedad y las preocupaciones, todavía tengo una gran ambición de tener éxito y distinguirme en mi campo de estudio, graduarme y encontrar un trabajo a través del cual pueda dejar un impacto positivo en la sociedad y ser útil para las personas que me rodean.»

El trauma de la guerra afecta a miles de jóvenes

Más de 50 escuelas quedaron dañadas en la última ofensiva en Gaza. Las escuelas ya se habían cerrado debido a la pandemia del COVID-19, y para decenas de miles de niños la educación ahora está fuera de su alcance. Cada uno de los niños de Gaza tiene derecho a la educación y debemos invertir ahora para garantizar que todos los niños puedan cumplir sus sueños.

Toda una generación de jóvenes está psicológicamente marcada por los bombardeos y el bloqueo. Dos de cada tres adolescentes en Gaza sufren trastorno de estrés postraumático (TEPT) y algunos niños pequeños no pueden dormir debido a las pesadillas. Necesitamos invertir y priorizar los servicios de salud mental para los jóvenes.

Con tu apoyo, Islamic Relief puede ayudar a proporcionar soporte vital para ayudar a reconstruir Palestina en las zonas más afectadas por el conflicto.

  • Con 80€ puedes apoyar la educación de una niña o niño.
  • Con 12€ al mes puedes ayudarnos a estar siempre preparados para responder a emergencias como esta.

¡Ayuda a toda una generación de jóvenes en Gaza a reconstruir sus vidas!

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