martes, 1 junio 2021

Después de semanas de conflicto, se han perdido las vidas de al menos 230 personas y cientos de miles más se han desplazado.

Una de las trabajadoras de Islamic Relief, Bodour Abu-Kuwaik nos cuenta su testimonio desde Gaza.

En la madrugada del viernes, entró en vigor un alto al fuego en la Franja de Gaza, gracias a Dios. Todavía no me puedo creer que siga viva. 

Hace sólo unos días estaba sentada en el suelo de mi casa en la Franja de Gaza, intentando trabajar. El estruendo de los aviones sobre mi cabeza no cesaba ni un segundo y tenía miedo. Era muy difícil concentrarse cuando las explosiones seguían haciendo que mi casa temblase como si hubiese un terremoto. Cada una de las veces, instintivamente me movía, temiendo que las ventanas estallasen y me llovieran esquirlas de cristal.

Edificio derrumbado en Gaza

Corrí a encender la televisión para ver las noticias y enterarme de lo que estaba pasando a mi alrededor. Después me apresuré en volver a mi trabajo, antes de que la batería del portátil se agotase de nuevo. No pude mantenerlo con carga porque los cortes de electricidad duran más de 16 horas al día.

Durante más de una semana, más de 2 millones de personas en la Franja de Gaza fueron sometidas a un incesante y devastador bombardeo desde mar, tierra y aire. Éstos se cobraron la vida de más de 230 personas, muchas de ellas niños, mujeres y ancianos, y alrededor de 1.900 personas más resultaron heridas. 

Los edificios residenciales, las calles y las infraestructuras esenciales fueron destruidas y, lo que una vez fueron puntos de reunión para las familias, como la cafetería y restaurante Maldive Gaza, ahora se ven muy diferentes. Son unas vistas tristes y aterradoras.

Mi hermana vive en el centro, que suele ser un lugar muy animado y bullicioso, abarrotado de gente. Una bomba cayó en una torre de pisos residenciales, al lado de su casa.

«Todo el barrio se ha reducido a escombros», es lo que me dijo mi hermana cuando la llamé para saber cómo estaban ella y su familia. «Ahora es una ciudad fantasma».

Bodour Abu- Kuwaik - Islamic Relief Palestina
Bodour Abu-kuwaik trabaja para Islamic Relief Palestina

Aislados de la seguridad y las necesidades de Gaza

De acuerdo con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA por sus siglas en inglés), el bombardeo hizo que 91.000 civiles palestinos tuvieran que huir de sus hogares.

Aquellos que pudieron permanecer en sus casas siguen enfrentándose al desastre. Durante tres días, mi familia, como muchas otras, tuvo dificultades incluso para conseguir agua. Sin electricidad, el agua no llega a nuestras casas y tanto la red eléctrica como la hidráulica están muy dañadas. 

Los bombardeos también han dañado nuestras redes de alacantarillado, lo que ahora ha disparado la alarma sobre otra crisis sanitaria que se avecina. Nuestros servicios sanitarios ya se encuentran al borde del colapso tras años de bloqueo, lo que ha empeorado ahora también con la pandemia de Covid-19.

Hay una gran escasez de medicamentos y productos médicos desechables, y, nuestros hospitales tienen muchas dificultades para funcionar al contar con un acceso poco estable al agua y la electricidad.

Islamic Relief distribuyendo ayuda vital en Gaza
Islamic Relief distribuyendo ayuda vital en Gaza

Mi corazón sufre por los niños.

He estado toda la noche intentando recordar un año en donde la vida fuera buena. No se me ocurre ninguno. No paro de pensar en todas las madres de Gaza con sus hijos temblando de miedo a su lado, incapaces de tranquilizarlos.

Durante los bombardeos, no era capaz de cerrar las ventanas por miedo a que estallaran dada la intensidad de las explosiones, así que, con cada explosión, escuchaba los gritos de los niños de las casas vecinas.

El miedo y el pánico se apoderaron de los niños, cuando apenas unos días antes estaban llenos de alegría y esperaban con ansias celebrar el Eid con su ropa nueva y sus dulces.

En vez de eso, lloraban de miedo y gritaban de terror. Mi corazón sufría por ellos entonces, y todavía lo hace ahora. El alto al fuego está en vigor y las bombas han cesado, pero, ¿cómo será su futuro?

Esta última escalada del conflicto se ha producido tras más de 15 duros y largos años de bloqueo. El desempleo abunda en Gaza, especialmente entre los jóvenes, y la pobreza está en cada rincón. Muchos hogares dependen de organizaciones benéficas, como Islamic Relief, para que les ayuden con alimentos y otras necesidades. Esta última escalada de violencia va a empeorar la crisis humanitaria que ya se vivía aquí.

Con estos pensamientos dando vueltas en mi cabeza toda la noche, cuando sea por la mañana, no tendré una sensación de alivio. Temo que volvamos a ver una destrucción como esta y estemos de luto de nuevo.

Cuando salgo a la calle, veo por todas partes tristeza, dolor, devastación… Veo que el humo sale de una fábrica de plástico que ha sufrido daños. Veo a familias que regresan a sus casas destruidas, con el corazón roto y angustiadas por saber qué les depara el futuro.

Estoy segura de que las casas y los edificios destruidos se reconstruirán, pero, ¿qué pasa con todas las vidas destruidas? ¿Quién va a ayudarles a reconstruirlas?

Los equipos de rescate siguen buscando entre los escombros a las personas desaparecidas, y ya han recuperado los cuerpos de 9 civiles palestinos, entre ellos, un niño.

 

Islamic Relief distribuye ayuda vital

Islamic Relief está trabajando muy duro para intentar aliviar el sufrimiento de los que han sobrevivido a este último desastre en Gaza. Nuestra ayuda médica, que se necesita tan desesperadamente, está llegando a los departamentos de cuidados intensivos, urgencias y cirugía. Hoy, me he unido a los compañeros que distribuyen alimentos y otros artículos básicos, como ropa de cama y productos de higiene, a las familias afectadas. Nuestro objetivo es ayudar a unas 10.000 familias en total.

La gente se alegra de recibir alimentos y otros artículos. No podemos darles lo que más desean, devolverles a sus seres queridos, pero podemos hacer lo que en Islamic Relief hemos hecho durante todas las crisis y dificultades que se han producido aquí en los últimos 20 años. Podemos estar al lado de los ciudadanos palestinos que se encuentran en situación de vulnerabilidad.

Le doy las gracias a todas las personas que ayudan a Islamic Relief por su generosidad y su apoyo a los civiles palestinos durante estos tiempos tan oscuros. Con vuestra ayuda, podremos seguir haciendo todo lo que esté en nuestras manos para aliviar el sufrimiento y mantener viva la esperanza de las personas que viven aquí. 

Ayuda a Islamic Relief a distribuir ayuda humanitaria vital en los Territorios Palestinos Ocupados. Haz una pequeña donación a nuestro Llamamiento de Emergencia para Palestina.

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