Mohammad es camionero en Kabul, Afganistán. La falta de oportunidades laborales y las oleadas de crisis en su país han dificultado la provisión de comida para su familia.
“No podemos comer carne a menos que una organización benéfica nos la proporcione”, explica el hombre de 50 años. “Cuando no tengo dinero para comprar comida, ¿cómo puedo comprar carne? Es muy difícil encontrar comida, y mucho menos carne”.
Mohammad vive con su esposa, Rabia, y sus 3 hijas mayores de edad. Él dice que la familia lucha para poder encontrar comida, afectando así a sus capacidades debido a la dificultad de obtener alimentos nutritivos de manera regular.
“Es muy difícil describir nuestro nivel de vida… en realidad no tenemos un estándar”, dice. “Es muy difícil alimentar a mi familia”.